domingo, 20 de diciembre de 2009

Todos los chinos son lacios

La verdad es que eran coreanos, pero prefiero el juego de palabras.

Llegué muy tempranito al aeropuerto para evitarme cualquier contratiempo y por ningún motivo perder mi vuelo de regreso a casa. Pero el aeropuerto de Los Angeles era un caos, me hicieron recorrer la terminal de punta a punta en 3 ocasiones. Estuve sentado primero entre montones de indios (de la India) durante una hora para que me dijeran que el vuelo se habia cambiado a otra sala, totalmente del otro extremo.

En la otra sala me tuvieron sentado entre otros montones, esta vez de orientales (ni uno solo con cabello rizado) y en las cercanías de un gringo panzón y lujurioso que a sus anchas se puso a ver pornografia en su laptop, según él inclinando un poco la pantalla para que nadie lo viera.

Finalmente volvieron a anunciar que mi vuelo había cambiado de sala para regresar a la que inicialmente estaba contemplada, y ahí voy de retache, con un par de paisanos que se encontraban como yo perdidos entre la muchedumbre coreana y sus looks extraños que poco les favorecen.

Cansado, al llegar a la sala donde por fin abordé mi vuelo y después de haber estado entre montones de indios y orientales, pude sentir alegría de encontrarme, ahora sí, entre puro paisa.

Luego, al llegar a Guadalajara, junto con otros tres aviones provenientes de San Francisco, Los Angeles y Chicago, y encontrarme con una sala de migración repleta de mexicanos, desapareció esa sensación de alegría de estar entre los mios.

Nuevamente confirmé que no sabemos hacer filas, por alguna extraña razón, muchos mexicanos piensan que no es necesario formarse en una fila, entonces siempre que ven una se dirigen diréctamente al inicio de ésta, luego llega otro que piensa igual y otro y otro y lo que debería ser una fila se convierte en un amontonamiento y cuando llega el turno de que pase el siguiente en la fila, todos quieren entrar.

Cuando salgo por fin del caos, y de una segunda fila en la aduana, no muy diferente, tomo un taxi, en el cual su conductor amablemente me pregunta:

- Que tal estuvo el vuelo?

- Muy cansado - le digo - se hace un desmadre aqui en el aeropuerto, todos queriendo salir pronto y nomas causando caos.

No había terminado de hacer el comentario, cuando me doy cuenta que mi taxista habia ignorado una fila de unos 6 autos para meterse intrépidamente desde el tercer carril y tomar la salida a periférico, proeza que repitió en la salida a Mariano Otero.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Este es mi país y esta es mi gente! Lo peor de todo es cuando vas a otro país, estas formando en una fila y alguien se quiere asomar a ver algo y tu por reflejo te le cierras. Después de que vez que no se te quería meter te sientes mal por ser tan salvaje, pero la burra no era arisca.

sangolongo dijo...

viva mexico cabrones. A esta frase le precede todo una forma de vivir q todos seguimos hasta inconscientemente. te puedo decir q a mi me ocurrió en mi viaje donde inconsciente saqué el cobre gandalla y mas de uno de los sudamericanos q iban conmigo me vió raro. Como dice el subgerente, este es nuestro país y psss se le extraña cuando anda uno fuera o no? Si te sirve de consuelo no solos los únicos así de gandallas y cerdos, también en Italia son por el estilo jajaja.